«Hubo en tiempos antiguos otro tipo de seres en Pohnpei, llamados sokolai. Eran pequeños como bebés; jamás crecían. Les gustaba oír caer la lluvia, cosa que les ponía contentos y los animaba a ponerse a jugar en la espesura. Y cuando alguien se les acercaba, volaban hacia él, penetraban en su piel y lo mataban».