«Hubo en tiempos antiguos otro tipo de seres en Pohnpei, llamados sokolai. Eran pequeños como bebés; jamás crecían. Les gustaba oír caer la lluvia, cosa que les ponía contentos y los animaba a ponerse a jugar en la espesura. Y cuando alguien se les acercaba, volaban hacia él, penetraban en su piel y lo mataban».
Categoría: humanidades
La bicha de Balazote y el más allá de los iberos

Pero la Comisión Provincial dejó de reunirse a finales de 1887, lo que, sumado a que las obras no estaban acabadas, hizo que la Bicha quedara olvidada y dejada a la intemperie junto al edificio, hasta que en algún momento después de la inauguración fue introducida en el vestíbulo.
Los extraños
Este tipo de amnesia puede explicarse por el carácter traumático de la mayoría de estos sucesos, sobre todo debido a los procesos intrusivos. Tampoco debemos olvidar que lo extraordinario del encuentro no registra antecedentes lógicos con los cuales asociarlo conscientemente, motivo suficiente para reprimir u olvidar de forma inconsciente todo lo sucedido.
Guillermo el Mariscal
A lo largo de descripciones tan prolongadas, tan complacientes, de los juegos militares, no se hace más que una sola alusión a tales intermedios en los que, para jugar, los caballeros se mezclaban durante un rato con las mujeres de su rango. E incluso aquí la atención no se dirige a ellas.
Aunque los monstruos rara vez eran muy terribles…
Pensó entonces en el criminal. ¿Qué aspecto tendria un hombre capaz de semejantes depravaciones? Intentó formarse una imagen de él, pero ninguno de los detalles que imaginaba tenía la suficiente fuerza. Aunque los monstruos rara vez eran muy terribles cuando se los sacaba a la luz del día. Mientras a aquel hombre se lo conociera sólo por sus actos, ejercería un control inenarrable sobre la imaginación; pero la verdad humana , oculta tras los terrores, sería amargamente decepcionante.
Apocalipsis
--No me han pagado mucho --respondió rozando la mentira--. Pagué una entrada. El resto está financiado.
--Cómodos plazos mensuales --sentenció ella--. Así fue como tu padre terminó en bancarrota. El médico dijo que murió de un ataque al corazón; pero no fue eso. Tenía el corazón destrozado. Tu padre fue al asilo de indigentes en cómodas cuotas mensuales.
Poesía juglaresca y juglares
Como el juglar acomodado tenía algún sirviente, la soldadera solía ir acompañada por una manceba, sin cuyos servicios no puede vivir. Por eso la soldadera compostelana doña María Leve se somete a mudar de casa porque así lo exige su manceba «ca atal dona com'ela guarir non pode se manceba non a», y las Ordenanzas del palacio real portugués tenían que disponer expresamente que, cuando una soldadera fuese convidada a casa del rey, no llevase consigo a la manceba.